¿Fue Michael Jackson vendido?
La historia no contada
por Mary A. Fisher
GQ, Octubre 1994
¿Lo hizo Michael?
La historia no contada sobre los
hechos que hundieron a una superestrella.
Antes de O.J. Simpson, estaba
Michael Jackson -otra admirada celebridad negra aparentemente demolida
por las alegaciones de un escándalo en su vida personal. Aquellas acusaciones
-de que Jackson había abusado de un
chico de 13 años- instigaron una proceso multimillonario en dólares, investigaciones
de dos grandes jurados y un circo vergonzoso de los medios de comunicación.
Jackson, en cambio, puso un a
demanda por extorsión a algunos de sus acusadores. Finalmente, el
proceso fue cerrado fuera del juzgado por una suma que se ha estimado en 20
millones de dólares; ningún cargo
criminal fue impuesto contra Jackson por la policía o los grandes jurados. El pasado
agosto, Jackson estaba de nuevo en las noticias, cuando Lisa Marie Presley, hija
de Elvis, anunció que ella y el
cantante se casaban.
Desde que se esparció uno de los
peores episodios de los medios de comunicación en la nación, una
cosa está clara: El público americano nunca ha escuchado una defensa de
Michael Jackson. Hasta ahora.
Es, por supuesto, imposible
probar algo negativo, es decir, probar algo que nunca ha ocurrido. Pero es
posible echar un vistazo en profundidad a la gente que hizo las acusaciones en
contra de Jackson y ver sus caracteres
y motivaciones. Lo que emerge de este examen, basado en documentos judiciales,
reportes de negocios y entrevistas, es un argumento persuasivo de que Jackson no
dañó a nadie y que él mismo pudo ser la víctima de un bien concebido plan
para sacarle dinero. Más que eso, la
historia que aparece de este, antes inexplorado territorio, es radicalmente
diferente del cuento que han estado
promoviendo los tabloides y otros periodistas siguiendo la misma corriente.
Es una historia de envidia, ambición, falta de concepto por parte de la
policía y los perseguidores, una vaga
y sensacionalista búsqueda de los medios de comunicación y el uso de una poderosa
droga hipnótica. También puede ser la historia de como un caso puede ser
simplemente inventado.
Ni Michael Jackson ni sus
actuales abogados defensores aceptaron ser entrevistados para este artículo.
¿Han decidido luchar por los cargos civiles e ir a juicio?, lo que sigue
podría servir como el núcleo de la
defensa de Jackson - tan bien como la base del intento de extorsión contra sus
propios acusadores, que bien podrían
exonerar al cantante.
Los problemas para Jackson
empiezan cuando su furgoneta se avería en Wilshire Boulevard en Los
Angeles, en Mayo de 1992. Atrapado en medio de una calle repleta de tráfico,
Jackson es visto por la mujer de Mel
Green, un empleado de Rent-a-Wreck, una agencia de alquiler de coches situada a
una milla de distancia de allí. Green va al rescate. Cuando Dave Schwartz, el
dueño de la casa de alquiler, escucha
que Green va a traer a Jackson, llama a su mujer, June, y le dice que venga
con su hija de 6 años y el hijo de su anterior matrimonio. El chico, que
entonces tenía 12 años, era un gran
fan de Michael Jackson. Cuando llegaron, June Chandler Schwartz habló con Jackson
sobre la vez que su hijo le envió un dibujo cuando se quemó el pelo grabando
un anuncio para Pepsi. Entonces le dio
su teléfono de casa a Jackson.
“Fue como si ella forzara (al
niño) hacia él” recalcaba Green. “Creo que Michael pensó que le debía algo
al muchacho y así comenzó todo”.
Ciertos hechos sobre la relación
no están en disputa. Jackson empezó a llamar al chico, y se creó una
amistad. Después de que Jackson volviera de un tour promocional, tres meses
después, June Chandler Schwartz, su
hijo y su hija se convirtieron en asiduos invitados en Neverland, el rancho de
Jackson en el contado de Santa Barbara. Durante el siguiente año, Jackson
mostró al chico y a su familia una
gran atención y regalos, incluyendo video juegos, relojes, largas horas de
compras en Toys “R” Us y viajes
alrededor del mundo - de Las Vegas y Disney World a Mónaco y París.
En Marzo del 93, Jackson y el
niño pasaban tiempo juntos y empezaron a dormir fuera. June Chandler
Schwartz también se hacía mas cercana a Jackson “y le parecía enormemente
encantador”, decía uno de sus
amigos. “Él era el hombre mas amable al que ella había conocido”.
Las excentricidades personales de
Jackson - desde sus intentos de rehacer su cara con la cirugía plástica
a su preferencia por la compañía de niños - habían sido ampliamente
comentados. ¿Tiene
que ser raro que un hombre de 35
años duerma con un niño de 13, cuando la madre del niño y otra gente
cercana a Jackson nunca lo vieron extraño? La conducta de Jackson ha de ser
comprendida en el contexto de su
propia niñez.
“Contrariamente a lo que se
podría pensar, la vida de Michael no ha sido un paseo por el parque” dice
uno de sus abogados. La niñez de Jackson esencialmente se frenó - y su poco
ortodoxa vida comenzó - cuando tenía 5 años
y vivía en Gary, Indiana. Michael pasó su juventud en estudios de ensayos, en escenarios actuando
ante millones de extraños y durmiendo en una infinidad de habitaciones de hotel. Excepto por sus ocho
hermanos y hermanas, Jackson estaba rodeado de adultos que le presionaban
implacablemente, particularmente su padre, Joe Jackson - un estricto, y poco afectuoso hombre del que se
ha dicho que pegaba a sus hijos.
Las primeras experiencias de
Jackson se traducen en una especie de libertad bajo arresto, como dicen algunos, y se convirtió en
un niño en un cuerpo de hombre. “Él nunca tuvo una niñez” dice Bert Fields, el anterior abogado
de Jackson. “Él la está viviendo ahora. Sus amigos son niños de 12 años. Hacen batallas de
almohadas y de comida” El interés de Jackson en los niños también se ha traducido en esfuerzos
humanitarios. A través de los años, ha dado millones a causas benéficas para niños, incluyendo su propia
Fundación Heal The World.
Pero hay otro contexto - el que
tiene que ver con los tiempos en los que vivimos - en los que muchos de los observadores pueden
evaluar las circunstancias de Jackson. “Dando la actual confusión e histeria sobre los abusos
sexuales a menores” comenta el Dr. Phillip Resnick, un notable psiquiatra de Cliveland, “cualquier
contacto físico con un niño podría ser visto como sospechoso, y el adulto bien podría ser
acusado de mala conducta sexual”.
La amistad de Jackson con el
niño fue bien recibida, al principio, por todos los adultos en la vida del joven - su madre, su padrastro y
también su padre biológico, Evan Chandler (que también declinó ser entrevistado para este
artículo). Nacido Evan Robert Charmatz en el Bronx en 1944, Chandler rechazaba seguir los pasos de su padre y
sus hermanos haciéndose dentista. “Él odiaba ser dentista” dijo un amigo de la familia. “Él
siempre quiso ser escritor”. Después de mudarse en 1973 a West Palm Beach para practicar como
dentista, se cambió su apellido, creyendo que Charmatz “sonaba demasiado judío”, dijo un colega de
entonces. Esperando de todas maneras convertirse en guionista, Chandler se mudó a Los Angeles a
finales de los 70 con su mujer, June Wong, una atractiva Euroasiatica quien había
trabajado como modelo.
La carrera dental de Chandler
sufría momentos precarios. En diciembre de 1978, trabajando en el Centro Dental Crenshaw Family,
una clínica perteneciente al área de L.A., Chandler hizo una restauración de 16 dientes de un paciente de
una sola visita. Un examen de su trabajo, por el Colegio de Examinadores Dentales, concluyó
revelando “gran ignorancia y/o ineficacia” en su profesión. Este organismo revocó su licencia; de
cualquier manera, además de la revocación, el Colegio de dentistas le suspendió durante 90 días y
le puso a prueba durante dos años y medio. Devastado, Chandler se fue de la ciudad hacia Nueva
York. Escribió un guión para una película pero no pudo venderlo.
Meses después, Chandler volvió
a L.A. con su mujer y se puso ha hacer pequeños trabajos como dentista. Hacia 1980, cuando su
hijo nació, el matrimonio estaba teniendo problemas. “Una de las razones por las que June dejó a
Evan era por su temperamento” dijo un amigo de la familia. Se divorciaron en 1985. El juzgado
dio la custodia del niño a su madre y ordenó a Chandler pagar 500 dólares
al
mes para el mantenimiento del niño, pero una revisión a los documentos revela que en 1993, cuando salió
el escándalo de Jackson, Chandler debía a su ex-mujer 68.000 dólares,
una deuda que ella perdonó recientemente.
Un año antes de que Jackson
entrara en la vida de su hijo, Chandler tuvo un segundo problema profesional serio. Una de sus
pacientes, una modelo, le demandó por una negligencia después de una restauración dental.
Chandler alegó que la mujer había firmado un consentimiento por el que declaraba conocer los riesgos de
la intervención. Pero cuando Edwin Zinman, su abogado, quiso ver los documentos originales,
Chandler dijo que habían sido robados de la guantera de su Jaguar.
Él presentó un duplicado.
Zinman, sospechoso, no pudo certificar la autenticidad de los documentos. “Qué extraordinaria
coincidencia que fueran robados”, dice Zinman ahora, “es como decir `el perro se comió mis deberes´”.
El caso fue cerrado fuera del juzgado por una suma de dinero no declarada.
A pesar de esto, Chandler por
entonces siguió practicando con éxito en Beverly Hills. Consiguió su primera entrada en Hollywood en
1992, cuando co-escribió el guión de la película de Mel Brooks “Las locas, locas, Aventuras de
Robin Hood”. Hasta que Michael Jackson entró en la vida de su hijo, Chandler no había mostrado
mucho interés en el niño. “Prometió comprarle un ordenador para que pudieran trabajar en los
guiones juntos, pero nunca lo hizo” dice Michael Freeman, por entonces abogado de June Chandler
Schwartz. La practica dental de Chandler le tenía muy ocupado, y empezó una nueva familia por
entonces, con dos niños pequeños de su segunda mujer, abogada de una corporación.
Al principio, Chandler aceptó
bien y apoyó la relación de su hijo con Michael Jackson, presumiendo sobre ello con amigos y
asociados. Cuando Jackson y el niño estuvieron con Chandler durante mayo de 1993, Chandler
transmitió la urgencia al artista de que pasara más tiempo con su hijo en su casa. De acuerdo con las
fuentes, Chandler sugirió que Jackson construyera un añadido en la casa para que el cantante pudiese
estar allí. Después de llamar al departamento de urbanismo de la zona y descubrir que no se
podía realizar la reforma, Chandler hizo una nueva sugerencia, que Jackson les construyera una nueva
casa.
El mismo mes, el niño, su madre
y Jackson volaron a Mónaco para los World Music Awards. “Evan empezaba a estar celoso de la
relación y se sentía fuera” dice Freeman. Tras su retorno, Jackson y el chico volvieron a estar con
Chandler, lo que le agradó - una visita de cinco días, durante la cual ellos durmieron en la misma
habitación con la joven hermanastra. A pesar de que Chandler admitió que Jackson y el chico siempre
estuvieron vestidos, el dijo que fue durante ese tiempo cuando tuvo las sospechas de que hubo
mala conducta sexual. En ningún momento Chandler aseguró que hubiese sido testigo de ninguna
conducta extraña por parte de Jackson.
Chandler empezó a enojarse,
profiriendo amenazas contra Jackson, Dave Shwartz y June Chandler Schwartz. A principios
de Julio de 1993, Dave Schwartz, quien había estado siendo amistoso con Chandler, grabó en secreto
una larga conversación telefónica que tuvo con él. Durante la conversación, Chandler habló
sobre su preocupación por su hijo y su ira contra Michael y su ex mujer, a la que describía como “fria
y sin corazón”. Cuando Chandler trató de “llamar su atención” para discutir sobre sus sospechas
hacia Jackson, dice él en la cinta, ella le respondió “embrómate”.
“Yo tuve una buena
comunicación con Michael” dijo Chandler a Schwartz. “Nosotros éramos
amigos. Me gustaba y le respetaba por
todo lo que es. No había razón por la que él tuviera que dejar de llamarme. Me senté en la
habitación un día y hablé con Michael le dije exactamente que quería que toda esta relación acabara.
Lo que yo quería”.
Admitiendo a Schwartz que el
había “estado ensayando” sobre que decir y que no decir, Chandler nunca mencionó el dinero durante
su conversación. Cuando Schwartz preguntó qué era lo que había hecho Jackson que había
enfadado tanto a Chandler, este alegó solo que “él había destrozado la familia.
El chico había
sido seducido por el poder y el dinero de este tipo”. Ambos hombres se llamaban a sí mismos como los
padres pobres del niño.
En otra parte de la cinta,
Chandler indica que está preparando un movimiento en contra de Jackson: “Ya está todo listo”,
dijo Chandler a Schwartz. “Hay otra gente involucrada en esto que está esperando una llamada de
teléfono mía. Ellos están ya en posición. Les he pagado para que lo hagan. Todo está yendo según
un plan certero que no es solamente mío. Una vez que haga esa llamada de teléfono, este tipo
(su abogado, Barry K. Rothman, presumiblemente) va a destruir a todo el mundo a la vista de la
manera más desviada, sucia y cruel que pueda hacerlo. Y yo le he dado total autoridad para que lo
haga”.
Chandler entonces predijo lo que,
de hecho, llevó a cabo seis semanas después: “Y si llevo a cabo esto, ganaré. No hay forma de
que yo pueda perder. Lo he chequeado todo de arriba a abajo. Tengo todo lo que quiero, y ellos
serán destruidos para siempre. June perderá (la custodia del hijo)... y la carrera de Michael
estará acabada”.
“¿Esto le ayudará (al niño)?
Preguntó Schwartz.
“Eso no tiene importancia para
mi” respondió Chandler. “Va a ser más grande que todos nosotros juntos. Todo esto va a
estrellarse contra todos y destruir a todo el mundo a la vista. Va a ser una masacre si no obtengo lo que
quiero”.
En lugar de ir a la policía, lo
que parecería la acción más apropiada hablando de un supuesto abuso de menores, Chandler fue a
un abogado. Y no cualquier abogado. Él fue hacia Barry Rothman.
“Este abogado que he
encontrado, he elegido al más sucio que podría encontrar”.
Chandler dice en la conversación
con Schwartz. “Todo lo que quiere hacer es lanzar esto al público lo más rápido posible, lo más
grande que pueda, y humillar a cuanta más gente posible. Es sucio, es malo, es muy listo, y
está hambriento de publicidad” (A través de su abogado, Wylie Aitken, Rothman declinó ser
entrevistado para este artículo. Aitken aceptó contestar a preguntas generales limitadas al caso
Jackson, pero solo de aspectos que no se refirieran a Chandler o al chico).
Para conocer a Rothman, dijo un
colega que trabajó con él durante el caso Jackson, y que guardaba un diario de lo que Rothman y
Chandler hablaron e hicieron en la oficina de Rothman, es para creer que Barry podría haber “inventado
todo un plan. Esto (hacer acusaciones contra Michael Jackson) está dentro del límite
de su carácter, para hacer algo así.” Información proporcionada por los clientes anteriores de
Rothman, socios y los empleados revelan un modelo de manipulación y engaño.
Rothman practica la abogacía en
Century City. Una vez, el negoció contratos musicales y de conciertos para Little Richard, los Rolling
Stones, los Who, ELO y Ozzy Osbourne. Discos de oro y platino conmemoran aquellos días
colgados de las paredes de su oficina. (...) Para un ex-empleado, Rothman es “un demonio” con
un “temple terrible”. Su más querida posesión, es su Rolls-Royce Corniche de 1977, con matrícula
“BKR 1”.
Con el paso de los años, Rothman
se ha hecho demasiados enemigos (...) “Tiene fama de ser un profesional que no paga a casi
nadie” concluía el investigador Ed Marcus (en un reportaje archivado en la Tribunal Superior de Los
Angeles, como parte de una demanda contra Rothman), después de revisar el perfil del abogado,
en el que se listan más de treinta acreedores y acusadores que intentaban procesarle.
Además de estar envuelto en más de veinte demandas legales en el Tribunal Superior, en la
Comisión del Trabajo se han recibido muchas quejas y acciones disciplinares por tres incidentes que han sido
interpuestas contra él en el estado de California. En 1992, fue suspendido por un año,
aunque esa suspensión quedó parada y él siguió adelante para probar los cargos.
En 1987, Rothman debía 16.800
dólares por la pensión y los pagos del hijo que tuvo en su anterior
matrimonio. A través de su abogado, su ex-esposa, Joanne Ward, trató de poner en peligro las posesiones
de Rothman, pero él estuvo de acuerdo en pagar la deuda. Un año después, Rothman todavía no
había hecho los pagos, y el abogado de Ward intentó embargar la carísima casa de Sherman Oaks de
Rothman. Para su sorpresa, Rothman dijo él ya no poseía la casa; tres años antes, él
cedió la propiedad a Tinoa Operations, Inc., una corporación tapadera panameña. Según el abogado de
Ward, Rothman alegó que él había tenido 200.000 dólares del
dinero de Tinoa en efectivo en su casa una noche cuando fue atracado a punta de pistola. La única
manera él podría devolver el dinero a Tinoa era dándoles la casa.
Ward y su abogado sospecharon que
el guión entero era una artimaña, pero ellos nunca podrían demostrarlo. Sólo después de
que los guardias del alguacil se llevaron el Rolls Royce de Rothman, él empezó a pagar lo que
debía.
Documentos archivados en la
Tribunal Superior de Los Angeles parecen confirmar las sospechas de Ward y su abogado. Muestra
como Rothman creó una elaborada red de cuentas en bancos extranjeros y compañías
tapadera, aparentemente para ocultar algunos de sus bienes - en particular, su casa y gran parte de los
531.000 dólares de su venta en 1989.
Las compañías, incluyendo
Tinoa, pueden ser atribuidas a Rothman. Él compró una compañía tapadera panameña (existente,
pero no operativa) y la reformó de forma que su nombre no apareciera en la lista de funcionarios, él
tendría un poder incondicional como abogado, en efecto, dejándole en el mando de mover el dinero
dentro y fuera.
Mientras, los empleados de
Rothman no cobraron mucho más que su ex-mujer. Decían que a veces tenían que rogar por sus
sueldos. Y a veces los cheques desaparecían. El no podía mantener de manera legal a sus
secretarias. “Él las rebajaba y humillaba”, dice una. Los trabajadores temporales se llevaban la peor
parte. “Podían trabajar durante dos semanas”, añade la secretaria, “entonces los echaba
chillándoles y diciéndoles que eran estúpidos. Entonces llamaba a la agencia y les decía que no estaba
satisfecho con los trabajadores y que no les pagaría”. Algunas agencias finalmente obraron con sabiduría
e hicieron que Rothman pagara por adelantado.
La disciplina de Rothman creció
en un conflicto de intereses. Un año antes, Rothman había sido expulsado de un caso por un
cliente, Muriel Metcalf, a quien había estado representando en un caso de custodia de un niño;
Metcalf más tarde le acusó de engordar la factura. Cuatro meses después de que Metcalf le despidiera,
Rothman, sin notificárselo, empezó a representar a la compañía de su marido, Bob Brutzman.
El caso es revelador por otra
razón: Muestra como Rothman tenía algo de experiencia negociando con alegaciones de abuso a
menores antes del escándalo Jackson. Metcalf, mientras Rothman estaba todavía representándola,
había acusado a Brutzman de abusar de su hijo (Brutzman lo negó). El conocimiento de
Rothman sobre los cargos de Metcalf le previno para ir a trabajar a la compañía de Brutzman. Una
jugada de la que aprendió.
En 1992, Rothman estaba huyendo
de numerosos acreedores. Folb Management, una inmobiliaria era una de ellos. Rothman debía
a la compañía 53.000 dólares en alquileres e intereses por una oficina en
Sunset Boulevard. Folb le demandó, Rothman entonces, declaró que la seguridad del edificio era
tan mala que los ladrones pudieron robar por valor de más de 6.900 dólares
de su oficina en una sola noche. En el curso del procedimiento, el abogado de Folb dijo al juez.
“El Sr. Rothman no es el tipo de persona cuya palabra pueda tomarse con valor”.
En noviembre de 1992, Rothman se
declaró legalmente en bancarota, con una lista de trece acreedores - incluyendo Folb Management -
con unas deudas totales de 880.000 dólares y ningún
recurso reconocido. Después de revisar los papeles de la quiebra, un ex-cliente de Rothman al que
había demandado por 400.000 dólares en cuotas legales notó que Rothman
no había listado un recurso de 133.000 dólares. El ex-cliente
amenazó con acusar a Rothman por “defraudar a sus acreedores” si él no dejaba
pasar el pleito. Acorralado, Rothman estaba despedido en cuestión de horas.
Seis meses después de declararse
en bancarrota, Rothman transfirió el titulo de propiedad de su Rolls-Royce a Majo, una
compañía ficticia que controlaba. Tres días antes, Rothman había nombrado a otra corporación propietaria
del coche - Longridge Estates, una subsidiaria de Tinoa Operations, la compañía que ya
poseía su casa. En los papeles de la corporación archivados por Rothman, las direcciones de
Longridge y Tinoa eran las mismas, 1554 Cahuenga Boulevard - que, si no cambian las cosas, es la
dirección de un restaurante chino de Hollywood.
Fue con este hombre, en Junio de
1993, con el que Evan Chandler comenzó a llevar a cabo el “plan certero” al que se
refería en la conversación grabada en cinta con Dave Schwartz. Ese mes, Chandler confrontó a su
ex-esposa con sus sospechas. “Ella pensó que todo el asunto era una locura” dice su ex-abogado,
Michael Freeman. Ella le dijo a Chandler que quería sacar a su hijo de la escuela en otoño para que
ambos pudieran acompañar a Jackson durante la gira “Dangerous”.
Chandler montó en cólera y,
según varias fuentes, amenazó con hacer pública la evidencia que, según él, tenía de Jackson.
“¿Qué padre con dos dedos de frente querría arrastrar a su niño a la luz pública?” le preguntaba
Freeman. “Si algo así realmente ocurriera, usted querría proteger a su niño.”
Jackson pidió a su, por
entonces, abogado, Bert Fields, que interviniera. Uno de los más importantes abogados en la industria del
espectáculo, Fields llevaba representando a Jackson desde 1990 y había negociado para él,
con Sony, el mayor contrato discográfico de la historia - con unas ganancias posibles de 700
millones de dólares. Fields contrató al investigador Anthony Pellicano para que le
ayudara a sacar las cosas a la luz. Pellicano trabaja al estilo siciliano, siendo ferozmente leal
con aquellos a los que quiere pero el más duro y despiadado con sus enemigos.
El 9 de julio de 1993, Dave
Schwartz y June Chandler Schwartz pusieron la conversación grabada a Pellicano. “Tras escuchar la
cinta durante diez minutos, ya sabía que se trataba de una extorsión”, dijo Pellicano.
El mismo día, se dirigió al
apartamento de Jackson en Century City, donde el hijo y su hermanastra estaban de visita. Sin Jackson
allí, Pellicano “hizo un contacto visual” con el chico y le hizo, lo que él llama “preguntas muy
puntuales”: “¿Te ha tocado Michael alguna vez? ¿Le has visto desnudo en la cama?” La respuesta a
todas las preguntas fue no. El chico negó repetidas veces que algo malo hubiera pasado. El 11
de julio, después de que Jackson declinara reunirse con Chandler, el padre del chico y Rothman
siguieron adelante con la siguiente parte del plan - ellos necesitaban conseguir la custodia del chico.
Chandler le pidió a su ex-mujer
que le dejara al joven para estar con él durante “un periodo de una semana de visita”. Como Bert
Fields dijo más tarde en una declaración jurada en el juzgado, June Chandler Schwartz permitió al
niño que fuera, basándose en la seguridad de Rothman hacia Fields que dijo que el chico podría
volver con ella después de ese tiempo, nunca sospechó que las palabras de Rothman eran falsas y que
Chandler no iba a devolverle a su hijo.
Wylie Aitken, ex-abogado de
Rothman, dijo que “en esa época (Rothman) dio su palabra, era su intención que el chico fuese
devuelto”. De cualquier manera, una vez “él se dio cuenta de que el chico saldría del país (para ir
de gira con Jackson), no creo que el Sr. Rothman tuviera otra elección”.
Pero la cronología indica
claramente que Chandler sabía que June, la madre del niño, planeaba llevarse al niño de gira. La
conversación grabada hecha a principios de julio, antes de que Chandler tomara la custodia de su
hijo, también parece verificar que Chandler y Rothman no tenían intención de aprovecharse del
acuerdo de visitas. “Ellos (el hijo y la madre) no lo saben todavía”, dijo Chandler a Schwarz, “pero
no van a ir a ninguna parte”.
El 12 de julio, un día antes de
que Chandler tomara el control sobre su hijo, él tenía un documento firmado por su ex-mujer preparado
por Rothman que la prevenía de llevarse al niño fuera del condado de Los Angeles. Eso
significaba que el chico no podría acompañar a Jackson en la gira.
Su madre dijo en el juzgado que
firmó el documento bajo coacción. Chandler, dijo ella bajo juramento, la había amenazado con que “yo
no volvería a tenerlo (al niño) conmigo”. Tuvieron una amarga batalla por la custodia,
haciendo aun más oscuro cualquier alegato a algo mal hecho por parte de Jackson. (Desde ese mes
de agosto, el muchacho estaba ya viviendo con Chandler.) Fue durante las primeras semanas
cuando Chandler tomó el control sobre su hijo - que fue aislado de sus amigos, madre y su padrastro
- cuando las alegaciones del muchacho empezaron a tomar forma.
A la vez, Rothman, buscando la
opinión de un experto para ayudar a establecer las alegaciones contra Jackson, llamó al Dr.
Mathis Abrams, un psiquiatra de Beverly Hills. Por teléfono, Rothman presentó a Abrams una situación
hipotética. En respuesta y sin haber conocido ni a Chandler ni a su hijo, Abrams, el 15 de julio,
envió a Rothman una carta de dos páginas en las que explicaba que “podría haber razonables
indicios de que un abuso sexual hubiese ocurrido”. Es importante lo que él aclaró: si esto se tratara
de un caso real y no hipotético, el debería ser requerido por la ley para reportar los hechos al
Departamento de Servicios Infantiles del Condado de Los Angeles (DCS).
De acuerdo con un texto incluido
el 27 de julio en el diario del colega de Rothman, está claro que Rothman estaba guiando a Chandler
en el plan. “Rothman escribió una carta a Chandler avisándol de como informar sobre el abuso
del niño sin la intervención del padre” dice el diario.
Llegados a este punto, todavía
no se había hecho ninguna demanda o acusación formal, solo aserciones veladas que se habían
entrelazado con una batalla de custodia feroz. Sin embargo, el 4 de agosto de 1993, las cosas se
pusieron muy claras. Chandler y su hijo se reunieron con Jackson y Pellicano en una suite del
Westwood Marquis Hotel. Al ver a Jackson, dice Pellicano, Chandler le dio un abrazo afectuoso al
cantante (un gesto, dicen algunos, que desmentiría las sospechas del dentista acerca de que Jackson
había abusado de su hijo), entonces metió la mano en su bolsillo, sacó la carta de Abrams y
empezó a leer pasajes. Cuando Chandler llegó a las partes sobre el abuso del niño, el muchacho,
dice Pellicano, agachó la cabeza y miró a Jackson con una expresión de sorpresa, como diciendo “yo
no dije eso”. Cuando la reunión se acabó, Chandler apuntó con su dedo a Jackson, dice
Pellicano, y advirtió “voy a arruinarte”.
Después de una reunión con
Pellicano en la oficina de Rothman esa tarde, Chandler y Rothman pidieron lo que querían de
Jackson, 20 millones de dólares.
El 13 de agosto, había otra
reunión en la oficina de Rothman. Pellicano regresó con una contraoferta - un contrato para escribir un
guión de cine por 350.000 dólares.
Pellicano dice que él hizo la
oferta como una manera para resolver la disputa de la custodia y darle una oportunidad de pasar más
tiempo con su hijo trabajando juntos en un guión a Chandler. Este rechazó la oferta. Rothman hizo
una contra oferta - un contrato para tres guiones o nada - que fue rechazada. En el diario del
ex-colega de Rothman, una anotación del 24 de agosto, revela la desilusión de Chandler: “Casi
tenía un trato de 20 millones de dólares” le decía a Rothman con
contundencia.
Antes de que Chandler tomara el
control de su hijo, el único que hacía alegaciones contra Jackson era él mismo - el muchacho nunca
había acusado al cantante de cualquier mal. Eso cambió un día en la consulta dental de Beverly
Hills.
En presencia de Chandler y Mark
Torbiner, anestesiólogo dental, al muchacho se le administró Amytal, una droga sódica muy
polémica - algunos creen equivocadamente es un suero de verdad.
Y fue después de esta sesión
cuando el muchacho hizo su primera acusación contra Jackson. Un periodista a KCBS-TV, en L.A.,
informó el 3 de mayo de 1994 que Chandler había usado la droga con su hijo, pero el dentista
explicó que él tan sólo hizo para sacarle un diente y que, bajo la influencia de la droga, el muchacho hizo las
alegaciones. Preguntado para este artículo por su uso de la droga en el muchacho, Torbiner
contestó: “Si yo lo usé, fue para propósitos dentales”.
Dados los hechos sobre Amytal de
sodio y el reciente caso en el que está involucrada la droga, las alegaciones del muchacho, según
varios expertos médicos, debe tomarse como poco creíbles, si no altamente cuestionable. “Es
una medicación psiquiátrica en la que no puede confiarse para debatir un hecho," dice el
Dr. Resnick, psiquiatra de Cleveland. “Las personas son muy manipulables bajo sus efectos. Las personas
dirían cosas bajo el Amytal de sodio que son descaradamente falsas". El Amytal de sodio
es un barbitúrico, una droga invasiva que pone a las personas en un estado hipnótico cuando se
inyecta en forma intravenosa.
Principalmente administrado para
el tratamiento de amnesia, su primera aparición llegó con la Segunda Guerra Mundial, aplicada
a soldados traumatizados - algunos en los estados catatónicos -por los horrores de guerra.
Estudios científicos hechos en 1952 revelaron a la droga como un suero de la verdad pero en cambio,
demostraron sus riesgos: pueden implantarse recuerdos falsos fácilmente en
aquellos pacientes bajo su
influencia. “Es bastante posible implantar una idea con el mero hecho de formular una pregunta”,
dice Resnick. Pero sus efectos son, aparentemente, aún más insidiosos: “La idea puede convertirse en
su memoria, y los estudios han mostrado que incluso cuando se les dice la verdad, ellos
jurarán en sobre una pila de Biblias que ocurrió” dice Resnick.
Recientemente, la fiabilidad de
la droga se volvió un problema durante un juicio en el Condado de Napa, California. Después de
sufrir numerosas sesiones de terapia, en las que por lo menos una de ellas estuvo incluido el uso
de Amytal de sodio, Holly Ramona de 20 años, acusó a su padre de abusar de ella cuando era niña.
Gary Ramona, negó el cargo con vehemencia y demandó al terapeuta de su hija y al psiquiatra que
habían administrado la droga. Este último mayo, los jueces estaban al lado de Gary Ramona,
el padre, creyendo que el terapeuta y el psiquiatra podían haber reforzado recuerdos que eran
falsos. Gary Ramona fue el primer precedente legal con exitoso de lo que se llamó “Fenómeno de
la represión de la memoria" esto ha producido miles de alegaciones de abusos sexuales durante la
última década.
En cuanto a la historia de
Chandler sobre usar la droga para sedar a su hijo durante la extracción de un diente, parece muy dudoso
que utilizara esa droga por costumbre. “Es absolutamente una droga psiquiátrica”, dice Dr.
Kenneth Gottlieb, un psiquiatra de San Francisco que ha administrado Amytal de sodio a los pacientes
de amnesia. Dr. John Yagiela, coordinador de la sección de anestesia para el control el dolor de la
escuela de cirugía dental de Ucla, agrega, “es raro que sea usada para sacar un
diente. No tiene
ningún sentido cuando alternativas mejores y más seguras están disponibles. No sería mi opción”.
Debido a los efectos potenciales
del Amytal de sodio, algunos doctores sólo lo administran en un hospital. “Yo nunca usaría una
droga que deja a una persona inconsciente a menos que no haya ninguna otra droga disponible”,
dice Gottlieb. “Y yo no la usaría sin el equipo de resurrección, por si ocurriera un caso de reacción
alérgica, y sólo con la presencia un anestesiólogo titulado”.
Chandler, al parecer, no siguió
estas pautas. Él usó el procedimiento en su propio hijo, en su consulta, y confió en el anestesiólogo
dental Mark Torbiner como experto. (Fue Torbiner que presentó a Chandler y Rothman en 1991,
cuando Rothman necesitaba un trabajo dental.)
La práctica de Torbiner parecía
haberle dado mucho éxito. “Él alardeaba de que ganaba 1.000 dólares al mes y ganaría 40.000 dólares
en el mes siguiente” dijo Nylla Jones,
una anterior paciente. Torbiner no tiene consulta para ver a los pacientes; más bien, él viaja a las
consultas dentales alrededor de la ciudad dónde él administra a la anestesia durante los
procedimientos.
Esta revista descubrió que la
Administración Americana sobre la Droga está sondeando otro aspecto de las prácticas de Torbiner:
Él administra las drogas por teléfono - principalmente morfina y Demerol - no sólo
post operatoriamente a sus pacientes dentales sino también, al parecer, a
aquellas personas cuyo dolor no tiene nada
que ver con el trabajo dental. Llegaba a las casas de sus clientes - algunos de ellos,
famosos - llevando una especie de caja de aparejos de pescador que contiene drogas y jeringuillas.
Durante un tiempo, la placa de matricula de su Jaguar era “SLPYDOC”.
Según Jones, Torbiner cobra 350
dólares por una visita de diez o veinte minutos. En lo que Jones describe
como una práctica normal. Cuando no está claro cuánto tiempo necesitará quedarse Torbiner, el
cliente, debía firmar un cheque en blanco para que Torbiner rellene la cantidad apropiada.
Torbiner no siempre tuvo tanto
éxito. En 1989, fue descubierto mintiendo y se le pidió que se fuera de Ucla dónde trabajaba de profesor
auxiliar en la escuela de cirugía dental. Torbiner había pedido tomarse medio día libre para
atender una fiesta religiosa, pero fue descubierto trabajando en una consulta dental.
Chequeando las credenciales de
Torbiner con el Colegio de Examinadores Dentales indica que él está restringido por ley a
administrar las drogas solamente para procedimientos dentales. Pero hay evidencias claras de que él no
ha observado esas restricciones. De hecho, al menos en ocho ocasiones, Torbiner administró anestesia
general a Barry Rothman, durante un procedimiento de trasplante de pelo. Aunque normalmente se
haría con anestesia local inyectada en el cuero cabelludo, “Barry tiene mucho miedo del
dolor”, dijo el Dr. James De Yarman, el médico de San Diego que realizó los trasplantes de
Rothman, “que [él] quiso ser sedado completamente”. De Yarman dijo que le parecía “asombroso” que
ese Torbiner fuera un dentista, después de haber asumido desde el principio que él era un A.T.S.
En otro caso, Torbiner visitó la
casa de Nylla Jones, dice ella, y le inyectó Demerol paliar el dolor que siguió a su apendectomía.
El 16 de agosto, tres días
después de que Chandler y Rothman rechazaron el acuerdo de escribir un guión por 350.000 dólares, la situación se fue precipitando. En presencia de June Chandler Schwartz,
Michael Freeman notificó a Rothman que presentaría en el juzgado los papeles a la mañana
siguiente temprano, lo que obligaría a Chandler a devolver al muchacho.
Reaccionando rápidamente,
Chandler llevó a su hijo a Mathis Abrams, el psiquiatra que proporcionó a Rothman su valoración en la
hipotética situación de abuso. Durante una sesión de tres horas, el muchacho alegó que
Jackson había mantenido una relación sexual con él. Él habló de masturbación, besos, tocamiento
de pezones y sexo oral. No hubo, sin embargo, ninguna mención acerca de una penetración, hecho
que se podría haber verificado por un examen médico, corroborando así la evidencia.
El siguiente paso era inevitable.
Abrams, que es requerido por la ley para informar acerca de tal imputación a las autoridades, llama a un
asistente social a la Sección de Servicios Infantiles, que a su vez avisan a la policía. La
investigación a gran escala sobre Michael Jackson estaba a punto de empezar.
Cinco días después de que
Abrams llamara a las autoridades, los medios de comunicación airearon el asunto de la investigación.
El domingo por la mañana, el 22 de agosto, Don Ray, un reportero independiente de Burbank, estaba
durmiendo cuando su teléfono sonó. El interlocutor, uno de sus soplones, dijo que se había
emitido la orden para investigar el rancho y el apartamento de Jackson. Ray vendió la historia
a KNBC-TV de Los Angeles, que irrumpió con el asunto en las noticias a las 4 p.m. del día siguiente.
Después de eso, Ray “vi como
toda esta historia se marchó como un tren de carga”, explica él. En las siguientes veinticuatro
horas, Jackson era la principal historia en 73 telediarios solamente en el área de Los Angeles y estaba en
portada de todos y cada uno de los periódicos británicos. La historia de Michael Jackson y el chico de
13 años se volvió un frenesí de histeria injustificada con la línea entre el tabloide y
medios de comunicación serios virtualmente eliminada.
La magnitud de las alegaciones
contra Jackson no fue conocida hasta el 25 de agosto. Una persona de dentro del Departamento de
Protección del Menor filtró ilegalmente una copia del informe de abuso a Diane Dimond del
programa sensacionalista Hard Copy. En cuestión de horas, la oficina del servicio de noticias
británico en Los Angeles también consiguió el informe y empezó a vender las copias a cualquier reportero
que pagara 750 dólares. Al día siguiente, el mundo supo sobre los detalles
gráficos en el informe filtrado. “Mientras estaban acostados en la cama, el Sr. Jackson puso su mano
bajo los calzoncillos (del niño)” había escrito el asistente social. De ahí, pronto se dedujo que
publicar cualquier cosa sobre Jackson sería jugar limpio.
“La competición entre las
organizaciones de las noticias se puso muy feroz”, le decía el reportero Conan Nolan a KNBC “las
historias no estaban comprobándose. Esto estaba siendo muy desafortunado”.
El National Enquirer puso a
veinte reporteros y editores a trabajar en la historia. Un equipo fue llamando a 500 puertas en
Brentwood intentando encontrar a Evan Chandler y a su hijo. Usando las cámaras, finalmente
lo hicieron, tomaron a Chandler en su Mercedes negro. “Él no era un hombre feliz. Pero yo si lo
era”, dijo Andy O'Brien, un paparazzi de tabloides.
Después llegaron los acusadores
- los ex-empleados de Jackson. Primero, Stella y Philippe Lemarque, ex-cuidadores de la
casa de Jackson, intentaron vender su historia a los tabloides con la ayuda de corredor de bolsa
Paul Barresi, antes estrella del porno. Ellos pidieron medio millón de dólares
pero solo consiguieron vender una entrevista a The Glove of Britain por 15.000 dólares. Los Quindoys, una pareja filipina que había trabajado a Neverland, continuaron. Cuando
inicialmente pidieron 100.000 dólares, dijeron “la mano estaba
fuera de los pantalones del niño” dijo Barresi al productor de Frontline, un programa de PBS. “En cuanto
el precio suba a 500.000 dólares, la mano pasará a estar dentro de los
pantalones. Así que venga”. El bufete de abogados del distrito de L.A. concluyó que ambas parejas eran
inútiles como testigos.
Luego aparecieron los
guardaespaldas. Pretendiendo pertenecer al periodismo más elevado, Diane Dimond de Hard Copy dijo a
Frontline a primeros de noviembre del año pasado, que su programa era “Limpísimo en esto.
Nosotros no pagamos dinero en absoluto por esta historia”. Pero dos semanas después, un contrato
de Hard Copy reveló que estaban negociando un pago de 100.000 dólares
a cinco ex-guardias de seguridad de Jackson que estaban planeando presentar un pleito de
10 millones de dólares alegando terminación injusta de sus contratos.
Con el trato vigente, dos de los
guardias aparecían en el programa el 1 de diciembre; ellos habían sido despedidos, según dijo
Dimond a los espectadores, porque “ellos sabían demasiado sobre la extraña relación de Michael
Jackson con los chicos jóvenes”. En realidad, como sus declaraciones bajo el juramento revelaron tres
meses después, estaba claro ellos nunca habían visto realmente a Jackson hacer algo impropio con
el hijo de Chandler o cualquier otro niño: “Entonces ¿usted no sabe nada
sobre el Sr. Jackson y [el muchacho], no?” preguntó uno de los abogados de Jackson al guardia de
seguridad Morris Williams bajo juramento.
-¿Pero a parte de lo que
alguien más puede haber dicho, usted no tiene conocimiento de primera mano sobre Sr. Jackson y [el
muchacho], no?”
“Correcto”
“¿Ha hablado usted con algún
un niño que le ha dicho alguna vez que el Sr. Jackson hizo algo impropio con él?”
“No”
Cuando preguntado por el abogado
de Jackson que de dónde había sacado sus impresiones, Williams contestó “Sólo de lo
que yo he estado oyendo en los medios de comunicación y lo que yo he experimentado con mis propios
ojos”
“De acuerdo. Aquí quería
llegar. ¿Usted no experimentó nada con sus propios ojos, no es cierto?”
“Correcto, nada”
(El pleito de los guardias, fue
archivado en marzo de 1994, y todavía está pendiente mientras este artículo es publicado.)
Luego llegó la sirvienta. El 15
de diciembre, Hard Copy presentó “El doloroso secreto de la sirvienta de habitaciones”. Blanca
Francia dijo a Dimond y a otros reporteros que ella había visto a Jackson
desnudo en la duchas y el Jacuzzi
mientras se bañaba con los chicos jóvenes. Ella también le dijo a Dimond que había sido testigo
de ver a su propio hijo en posiciones comprometidas con Jackson - una acusación que los grandes
jurados aparentemente nunca encontraron creíble.
Una copia del testimonio jurado
de Francia revela que Hard Copy le pagó 20.000 dólares, y que Dimond
había comprobado que las demandas de la mujer eran falsas. Bajo las preguntas de un abogado de
Jackson, Francia admitió ella nunca vio realmente a Jackson ducharse con nadie ni lo había
visto desnudo con los niños en su Jacuzzi. Reconoció que siempre llevaban puesto sus bañadores.
Esta cobertura, dice Michael
Levine, un representante de prensa de Jackson, “seguida por una vista de un proctológica
del mundo. Hard Copy es aborrecible. El tratamiento vicioso y vil de este hombre en los
medios de comunicación estaba condicionado por razones egoístas. [Incluso] si usted nunca ha
comprado un disco de Michael Jackson en su vida, usted estaría muy interesado. La sociedad está
construida en los muy pocos pilares. Uno de ellos es la verdad. Cuando ustedes la abandonan se
convierte es una cuesta resbaladiza”.
La investigación de Jackson que,
en por octubre de 1993 crecería para involucrar a, al menos, doce detectives de Santa Barbara y el
condado de Los Angeles, fue instigado en parte por las percepciones de un psiquiatra, Mathis Abrams
no especializado en abusos a menores. El informe de Abrams al asistente social de la
Protectora de la Infancia dice “se siente el niño está diciendo la verdad”. En una era de
extendidos y a menudo falsas demandas de abusos a niños, policías y fiscales deben dar gran peso al testimonio
de psiquiatras, terapeutas y asistentes sociales.
La policía se llevó las agendas
telefónicas de Jackson durante el registro de sus residencias en agosto e interrogó a cerca de
treinta niños y a sus familias. Algunos, como Brett Barnes y Wade Robson, dijeron que ellos habían
compartido la cama de Jackson, pero como el resto, dieron la misma contestación - Jackson no
había hecho nada incorrecto. “La evidencia era muy buena para nosotros”, dice a un abogado
que trabajó en la defensa de Jackson. “La otra parte no tenía nada, excepto una gran boca”.
A pesar de la escasa evidencia
que inducía a creer que Jackson era culpable, la policía incrementó sus esfuerzos. Dos funcionarios
volaron a los Filipinas para intentar confirmar la historia de “la mano en los pantalones” de los
Quindoys, pero al parecer, no le dieron credibilidad. La policía también empleó técnicas investigadoras
agresivas - incluyendo mentiras contundentes según se alegó - para presionar a los niños en
hacer las imputaciones contra Jackson. Según varios padres que se quejaron a Bert Fields, los
funcionarios les dijeron inequívocamente que sus niños habían sido molestados, aunque los niños
negaron a sus padres que algo malo hubiera pasado. “La policía”, se quejaba Fields en una carta
dirigida al Jefe de Policía de Los Angeles, Willie Williams, “también ha asustado a los jóvenes con
mentiras ultrajantes, como 'Tenemos fotografías tuyas desnudo' cuando por supuesto, no existen
tales fotografías”. Un funcionario, Federico Sicard, dijo al abogado Michael Freeman que él mismo
había mentido a los niños a los que había entrevistado y les había dicho que de pequeño
también abusaron de él, dijo Freeman. Sicard no respondió a la invitación para ser entrevistado para este
artículo.
Desde el principio, June Chandler
Schwartz rechazó los cargos que Chandler estaba haciendo contra Jackson - hasta una
reunión con la policía a finales de agosto de 1993. Los funcionarios Sicard y Rosibel Ferrufino
hicieron a una declaración que empezó cambiar a su mente. “[Los
funcionarios] admitieron que sólo tenían a un
muchacho”, dice Freeman que asistió a la reunión “pero ellos dijeron, 'estamos
convencidos de que Michael Jackson abusó de este muchacho porque él encaja perfectamente en el perfil
clásico de un pedófilo”.
“No tiene nada que ver con un
perfil clásico. Ellos cometieron un error completamente tonto e ilógico”, dice el Dr. Ralph Underwager, un
psiquiatra de Minneapolis que ha tratado a pedófilos y víctimas de incesto desde 1953. Jackson,
cree él, “fue clavado” debido a “conceptos erróneos como los que han convertido esto en un
circo, en una era de histeria”. En verdad, como muestra un estudio del Departamento Americano de
Salud y Servicios Humanos, muchas alegaciones de abuso a niños - el 48 por ciento ellas
fueron archivadas en 1990 - han demostrado ser infundadas. “Era simplemente una cuestión de tiempo antes de
alguien como Jackson se volviera un objetivo” dice Phillip Resnick. “Él es rico,
raro, pasa el tiempo alrededor de los niños y hay una fragilidad en él. La atmósfera es tal que una
acusación debe significar que ocurrió”.
Las semillas de pago fuera de los
juzgados ya se estaban mostrando aunque la investigación policíaca
continuó en ambos condados a
durante el otoño de 1993. Y la batalla en segundo plano entre los abogados de Jackson para
tomar el control sobre el caso, que finalmente alteraría el curso de la defensa, había empezado.
Por entonces, June Chandler
Schwartz y Dave Schwartz se habían unido con Evan Chandler contra Jackson. La madre del muchacho,
dicen muchas fuentes, tuvo miedo de lo que Chandler y Rothman podrían hacer si ella no
estaba de su lado. Ella temía que intentaran alegar un cargo contra ella por abandono paternal y por
haber permitido a su hijo dormir con Jackson. Su abogado, Michael Freeman, a su vez,
resignado y disgustado, declaró después que “todo el asunto era un enorme enredo. Yo me sentía
incómodo con Evan. Él no es una persona genuina, y me di cuenta de que no estaba llevando las
cosas con rectitud”.
Durante estos meses, los abogados
de ambos no actuaron, fueron despedidos mientras discutían por de la mejor estrategia a
tomar. Rothman dejó de ser el abogado de Chandler a finales de agosto de 1994, cuando Jackson hizo una
acusación de extorsión contra los dos. Ambos contrataron a los más caros abogados de
defensa criminal para representarlos. (Rothman se quedó con Robert Shapiro, ahora jefe de abogados
de O.J. Simpson).
La investigación en los cargos
de extorsión fue superficial porque, según una fuente, “la policía nunca se lo tomó en serio. Pero
podrían haberse hecho muchas más cosas.” Por ejemplo, al igual que ellos habían hecho con
Jackson, la policía debería haber buscado pruebas e investigar en las casas y oficinas de Rothman y
Chandler. Y cuando ambos hombres, a través de sus abogados, rechazaron ser interrogados por
la policía, se debería haber emplazado a un gran jurado.
A mediados de septiembre, Larry
Feldman, un abogado civil que fue director de la Asociación de Abogados de Los Angeles, empezó
a representar al hijo de Chandler e inmediatamente tomó mando de la situación. Él
interpuso una demanda de 30 millones de dólares de pleito civil contra Jackson lo
que demostraría ser el principio del fin.
Una vez las noticias del litigio
se extendieron, los lobos empezaron alineándose a la puerta. Según un miembro del equipo legal de
Jackson, “Feldman recibió docenas de cartas de todos los tipos de personas que decían haber sido
molestadas por Jackson. Ellos fueron por todos ellos intentando encontrar a alguien, y ellos
encontraron cero”.
Con la posibilidad de cargos
criminales contra Jackson ahora sobrevolando, Bert Fields contrató a
Howard Weitzman, un conocido
abogado criminal con una cartera de clientes de alto nivel - incluyendo a John DeLorean cuyo juicio
ganó, y Kim Basinger cuya disputa por el contrato de Boxing Helena perdió. (También,
durante un corto tiempo ese mes de junio, Weitzman fue abogado de O.J. Simpson). Algunos predijeron que
pronto habría un problema entre los dos abogados. No había sitio para que dos abogados tan
fuertes hiciesen su propio espectáculo.
Desde el día que Weitzman se
unió al equipo de defensa de Jackson, “él estuvo hablando de cerrar mediante pago” dice Bonnie
Ezkenazi, un abogado que trabajó para la defensa. Con Fields y Pellicano todavía en el mando de
la defensa de Jackson, adoptaron una estrategia agresiva. Ellos creyeron herméticamente en la
inocencia de Jackson y juraron luchar contra los cargos en el juicio.
Pellicano empezó a recoger
evidencias para utilizar durante el juicio, que se fijó para el 21 de marzo de 1994”. “Ellos
tenían un apoyo muy débil”, dice Fields. “Nosotros quisimos luchar.
Michael quiso luchar y pasar por un
juicio. Sentíamos que nosotros podíamos ganar”.
La decisión dentro del
campamento de Jackson se aceleró el 12 de noviembre, después de que el portavoz de Jackson anunció
durante una conferencia de prensa que el cantante cancelaba el resto de su gira mundial para
entrar en el programa de rehabilitación para tratar su dependencia a los analgésicos. Fields comentó
a los reporteros que Jackson era “escasamente capaz para funcionar adecuadamente en un nivel
intelectual”. Otros en el lado de Jackson pensaron que era un error retratar al cantante como
incompetente. “Era importante”, dijo Fields, “decir la verdad. [Larry] Feldman y la prensa tomaron la
posición de que Michael se estaba intentando esconder. Pero no era así”.
El 23 de noviembre, la fricción
alcanzó el máximo. Basado en información que él dijo recibir de Weitzman, Fields contó a una
sala del tribunal llena de reporteros que una acusación delictiva contra Jackson parecía inminente.
Fields tenía una razón para hacer la declaración: Intentaba retardar el juicio civil del muchacho
estableciendo que había un caso criminal inminente que debía juzgarse primero. Fuera de la sala del
tribunal, los reporteros preguntaron que por qué Fields había hecho el anuncio a lo que Weitzman
contestó esencialmente que Fields “se hacía daño él solo”. El comentario enfureció Fields, “porque no
era cierto” dijo. “Era simplemente un ultraje. Yo estaba muy disgustado con Howard”. Fields envió una
carta de dimisión a Jackson la semana siguiente.
“Estaba este inmenso grupo de
personas, todos queriendo hacer una cosa diferente, y era como andar a través de melaza para
conseguir una decisión”, dijo Fields. “Era una pesadilla, y yo quise salir de ese infierno”.
Pellicano, que había recibido su parte de crítica por su manera agresiva de trabajar, dimitió al mismo
tiempo.
Con Fields y Pellicano fuera,
Weitzman contrató a Johnnie Cochran Jr., un conocido abogado civil que está actualmente defendiendo
a O.J. Simpson. Y regresaba John Branca a quien Fields habían reemplazado como consejero
general de Jackson en 1990. A finales de 1993, se reunieron los condados de Santa Barbara y Los
Angeles para emplazar a los grandes jurados con el fin de evaluar si debían presentarse los cargos
delictivos contra Jackson, la estrategia de la defensa cambió su curso y la charla de cerrar el
caso civil fuera del juzgado empezó a tomarse en serio, aunque su nuevo equipo también creía
en la inocencia de Jackson.
¿Por qué la parte de Jackson
estaría de acuerdo acabar fuera del tribunal, haciendo cuestionables sus demandas de inocencia y
poniendo las evidencias contra él? Sus abogados, al parecer, decidieron que había muchos factores que
defendían el hecho de sacar el caso de la vía civil. Entre ellos, estaba el hecho que la
fragilidad emocional de Jackson sería puesta a prueba por los opresivos medios de comunicación que
probablemente minarían día tras día al cantante durante un proceso que podría durar no menos de
seis meses. Problemas políticos y raciales también habían rezumado en procedimientos
legales - particularmente en Los Angeles, que todavía se estaba recuperando del caso Rodney King
- y la defensa temió no se pudiese contar con que el tribunal administrara una sentencia justa.
Había también, un jurado racialmente mezclado al que tener en cuenta. Como dijo uno de los
abogados “Figuraban hispanos que podrían mostrar resentimiento hacia Jackson por su dinero,
negros que mostrarían resentimiento por intentar ser blanco, y los blancos cuyos problemas girarían
alrededor del caso de los abusos”. En la opinión de Resnick, “La histeria es tan grande y el
estigma [de abuso a un menor] es tan fuerte, que no hay ninguna defensa contra él”.
Los abogados de Jackson también
se preocuparon por lo que podría pasar si un juicio criminal fuera lo siguiente,
particularmente en Santa Barbara cuya comunidad es principalmente blanca, de clase media-alta conservadora. De
cualquier manera que lo miraba la defensa, un juicio civil era jugársela demasiado. Llegando a
un acuerdo de pago, dicen las fuentes, los abogados pensaron que se podrían adelantar a un
juicio criminal, a través de un acuerdo tácito en el que Chandler estaría de acuerdo en evitar que su hijo
testificara.
Otras personas cercanas al caso
dicen que la decisión probablemente tenía que ver con otro factor - las reputaciones de los
abogados. “¿Usted puede imaginar lo que le pasaría a un abogado que perdiera el caso Michael
Jackson?” dice Anthony Pellicano. “No había ninguna manera para que los tres abogados salieran
ganadores a menos que pactaran fuera del juzgado. La única persona que perdió es Michael Jackson”.
Pero Jackson, dice Branca, “cambió a su forma de pensar [acerca de llevar el caso a los
tribunales] cuando volvió al país. Él no había visto la cobertura masiva que había dado al caso y la gran
hostilidad que había. Él solo quería que todo se acabara”.
Por otro lado, la relación entre
los miembros de la familia del muchacho se habían hecho más amargas. Durante una reunión en
la oficina de Larry Feldman a finales de 1993, Chandler, según dice una fuente, “completamente
ido, golpeó a Dave [Schwartz]”. Schwartz, divorciándose de June por aquellos tiempos, fue
inhabilitado para la toma de decisiones que afectaron a su hijastro, y él se resintió con Chandler por
llevarse al muchacho y no devolvérselo.
“Dave se volvió loco y le dijo
a Evan que todo esto había sido un caso de extorsión, en ese momento Evan que estaba de pie, se tiró
sobre Dave y empezó a golpearle” cuenta una segunda fuente.
A cualquiera que viviera en Los
Angeles en enero de 1994, había dos temas principales de discusión - el terremoto y el pago de
Jackson. El 25 de enero, Jackson estaba de acuerdo en pagarle una suma no revelada al muchacho.
El día de antes, los abogados de Jackson habían retirado los cargos de extorsión contra
Chandler y Rothman.
La cantidad real del pago nunca
se ha revelado, aunque la especulación ha puesto la suma alrededor de 20 millones de dólares. Una fuente dice que Chandler y June Chandler Schwartz recibieron 2
millones de dólares cada uno, mientras el abogado Feldman podría haberse llevado un 25% en cuotas
de contingencia. El resto del dinero está ingresado a crédito del muchacho y se pagará bajo la
vigilancia de un comisario designado por los tribunales.
“Recuerden, que este caso
siempre fue por dinero”, dice Pellicano, “y Evan Chandler hizo mucho daño para conseguir lo que
quería”. Como Chandler todavía tiene la custodia de su hijo, esto significa que lógicamente el padre tiene
el acceso a cualquier dinero que su hijo obtenga.
A finales de mayo de 1994,
Chandler dejó la cirugía dental finalmente. Había cerrado su consulta de Beverly Hills, citando la
fatiga continuada que le hicieron sufrir los partidarios de Jackson. Según las condiciones del pago,
Chandler, aparentemente, tiene prohibido escribir sobre el asunto, pero su hermano, Ray Charmatz, estaba
intentando conseguir un contrato para publicar un libro según informes recibidos.
En lo que puede resultar ser el
caso nunca acabado, este último agosto (1994), Barry Rothman y Dave Schwartz (dos principales
jugadores que quedaron fuera del pago) interpusieron demandas civiles contra Jackson. Schwartz
mantiene que el cantante fue el causante de la ruptura de su familia.
El pleito de Rothman es por
difamación y calumnias por parte de Jackson, así como su equipo de la defensa original - Fields,
Pellicano y Weitzman - para las alegaciones de extorsión. “El cargo [de extorsión]”, dijo Aitken,
el abogado de Rothman, “es totalmente falso. El sr. Rothman ha quedado en un ridículo público, fue
objeto de una investigación delictiva y sufrió por ello una pérdida de ingresos”. (Probablemente,
algunos de esos ingresos perdido serían la cuota que él habría recibido de haber podido continuar como
abogado de Chandler en el momento del pago.)
En cuanto a Michael Jackson, “él
está siguiendo con su vida”, dice el publicista Michael Levine.
Ahora casado, Jackson grabó
recientemente tres nuevas canciones para incluir en un álbum de grandes
éxitos y completó un
nuevo video-clip llamado “History”
¿Y qué se fue de la masiva
investigación de Jackson? Después de que los fiscales y departamentos de la policía de dos
jurisdicciones se gastaran millones de dólares y después de que dos grandes jurados interrogaran a cerca de
200 testigos, incluyendo a 30 niños que conocieron a Jackson, no pudo encontrarse un solo
testimonio que corroborara la acusación. (En junio de 1994, intentando todavía encontrar a un testigo
que lo corroborara, tres fiscales y dos detectives de la policía volaron a Australia para
interrogar de nuevo a Wade Robson, el muchacho que había reconocido que durmió en la misma cama con
Jackson. Una vez más, el muchacho dijo que nada malo había pasado).
Las únicas alegaciones contra
Jackson, entonces, siguen siendo aquéllas hechas por un joven, y sólo después de que al muchacho
le hubiese sido administrada una potente droga hipnótica, dejándolo susceptible al poder de
sugestión.
“Yo encontré el caso
sospechoso”, dice el Dr. Underwager, el psiquiatra de Minneapolis, “precisamente porque la única evidencia vino
de un solo muchacho. Eso sería muy improbable. Los pedófilos reales tienen un promedio de 240
víctimas en su vida. Es un desorden progresivo. Ellos nunca están satisfechos”.
Dada la mínima evidencia contra
Jackson, parece improbable él hubiese sido declarado culpable en caso de haber llegado a los
tribunales. Pero en el tribunal de la opinión pública, no hay ninguna restricción. Las personas son
libres especular cuando ellos quieran, y la excentricidad de Jackson lo hace vulnerable a la
probabilidad de que el público haya asumido lo peor sobre él.
¿Así que es posible que Jackson
no haya cometido ningún crimen - y sea lo que él siempre ha pretendido, ser un protector y no un
pederasta? El abogado Michael Freeman piensa que: “Yo siento que Jackson no hizo nada malo y
estas personas [Chandler y Rothman] vieron una oportunidad y lo programaron todo. Creo que
todo fue por dinero”. Ante algunos observadores, la historia de Michael Jackson ilustra el
peligroso poder de las acusaciones, contra las que no hay a menudo ninguna defensa - particularmente cuando
las imputaciones involucran un abuso sexual a un niño.
Para otros, algo más está ahora
claro - la policía y la fiscalía millones de dólares para crear un caso cuyo fundamento nunca existió.
[Mary A. Fischer es una escritora
de GQ con base en Los Angeles.]
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Michael Jackson.
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